¿Qué?¿Cómo?¿Por qué? ¿anghara se ha puesto enferma? Pues no. Hoy he decidido escribir sobre lo bueno que ha sucedido esta legislatura, que no penséis que es poco. Y no me refiero a la labor callada de Jordi Sevilla, el único potable en un gobierno de impresentables e insolventes intelectuales anclados en el siglo XIX.
Hay varias cosas que deben inscribirse, muy a su pesar, en el «haber» de Rodríguez Zetapé (cada día que pasa menos Rodríguez y más zETApé):
1.- La recuperación, sin complejos, de la bandera y el himno nacional (patrimonio del pueblo; no del Estado) en actos que no sean deportivos o institucionales por parte de la derecha y un sector de la izquierda. Y con ello la recuperación de la conciencia de esta España malherida como nación. Como una gran nación.
En este sentido, también se ha producido un lento despertar en ciertos sectores de la sociedad. Sectores (me niego aquí a hablar de derecha o izquierda porque se entremezclan) que se hallaban plácidamente dormidos, tras haberles sido aplicada durante más de dos décadas la anestesia del socialismo o del nacionalismo. Despertar que ha traído consigo la recuperación de valores que estaban guardados en el baúl de los recuerdos. Ahí están, por ejemplo, los Ciutadans y sus tres escaños; personas que despertaron de la peor de las pesadillas: el nacional-socialismo que campa a sus anchas en Cataluña.
2.- Muchos, casi todos jóvenes, han visto la verdadera cara totalitaria y carca (pero que muy carca) del PSOE, el partido de los señoritos.
Sí, porque ha sido el PSOE el que ha dejado claro que conceptos como igualdad o libertad le importan tres cominos. Eso es cosa del centro-derecha. Ellos están al CAC y el Estatut; a la paridad por cojones y no por valía (mal día para las mujeres el de ayer. A partir de hoy estamos limitadas en el mundo empresarial y político al 40%) y a la convocatoria de caceroladas.
Y, en ese sentido, el PP es, sin duda, el gran partido de la libertad, igualdad y fraternidad. Y, por ende (hay que decirlo de una vez por todas) el gran partido DEMOCRÁTICO.
El PSOE ha dejado claro que ellos son la carcundia del régimen totalitario que ha recuperado para España desde el Ministerio de la Vivienda, a la subvención y el pesebre, o el intervencionismo llevado al extremo (pretenden regular aspectos de la vida privada de las personas)… vamos… unos pedazo de fachas.
Porque el PRISOE, no se engañe nadie, no es otra cosa más que la continuación del régimen franquista.
3.- La demostración de fortaleza y talante democrático del gran partido de centro-derecha, el Partido Popular. Y es que la derecha, a diferencia de la izquierda, sí hizo la transición a la democracia.
Pese a tres años de acoso, agresiones y a mil y una operaciones de división y ruptura del PP, lanzadas por el PRISOE por tierra, mar y aire, éste se ha mantenido firme. Gracias no tanto a sus dirigentes como sí a sus votantes, simpatizantes y afiliados. Demostración que, para sorpresa de algunos dirigentes acomplejados -quedan muchos de estos aunque también algo se va moviendo-, alcanzó su máximo esplendor el pasado día 10 de marzo en Madrid. Dos millones. Y lo que te rondaré, si se dejan, morena.
4.- Reconozco que hay una cuarta cosa que a mí, personalmente, me divierte mucho. Y es que creo que Estoril, después de esto, se va a volver a poner de moda. Y ya no hay solución. Afortunadamente.
Alvaro de Marichalar ha enviado la siguiente carta a Reportero Digital:
Es la libertad de expresión, idiotas 