Una semana antes de hacer público el fallo, el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, rectificó dos elementos esenciales que hubieran hecho tambalear la versión presentada por la Fiscalía.
Bueno, es que si lo que estalló fue Titadyne y se hubieran falsificado las pruebas de la mayor masacre terrorista cometida en España y aquí hubiera una democracia algunos se iban a ir rápido «caminito de Jerez». Pero como aquí la democracia, sustituída por una demagogia, brilla por su ausencia, no pasará nada. Y los borregos seguirán balando. Empezando por Gallardón, alcalde de la ciudad donde tuvo lugar el crimen que costó la vida a 192 personas. ¿O me equivoco?
Eso por una parte. Por la otra, el brote de gripe porcina, temible según la OMS y de la cual se ríe ZP seguramente porque no fueron sus niñas las que estuvieron de visita en el cuartel puesto en cuarentena (habría que meter en el cuartel a sus dos comewhopper y a la niña de Chacón; a ver si entonces se daban cuenta de la barbaridad), parece que se extiende. Ya son dos los familiares de militares bajo sospecha de haber contraído el virus. El gobierno sigue sin dar la cara. Y la pijiprogre Chacón, vaya bluff, menos.
Es la libertad de expresión, idiotas 